Reflexiones sobre las mujeres en el Mediterráneo, Nathalie Becquart

Reflexiones sobre las mujeres en el Mediterráneo
Queridos amigos,
Desde Roma, donde estamos viviendo días particularmente intensos y conmovedores, vengo a saludaros. Mientras el mundo entero se reúne en Roma en recogimiento y oración para acompañar a nuestro querido Papa Francisco a su lugar de descanso final, quien ahora descansa en la paz de Dios, vengo a compartir algunos pensamientos que están profundamente inspirados por su visión. Que su inmenso legado continúe guiándonos.
El Papa Francisco siempre ha prestado especial atención al Mediterráneo, que considera una encrucijada de culturas y de desafíos contemporáneos. En sus numerosos discursos, destacó que esta región es al mismo tiempo un lugar de encuentro y de tragedia, particularmente para los migrantes, muchos de los cuales son mujeres y niños vulnerables.
Durante los “Encuentros Mediterráneos” iniciados en Bari, Marsella y otros lugares, el Papa Francisco ha insistido siempre en el papel crucial de las mujeres como constructoras de paz y artesanas del diálogo intercultural. Le gustaba destacar que las mujeres aportan esa “capacidad de llevar la vida” y de “cuidar las relaciones” tan necesaria en esta región marcada por las tensiones. Recuerdo también de modo particular las palabras que nos dirigieron durante un encuentro del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso con mujeres de todo el mundo, de 12 religiones diferentes. Porque la mujer da cuidado y vida al mundo: ella es el camino hacia la paz».
El proceso sinodal en el que he tenido el honor de servir refleja esta profunda convicción del Papa Francisco de que la Iglesia debe escuchar más las voces de las mujeres e involucrarlas más en el gobierno. La sinodalidad exige la creación de espacios donde todas las voces puedan ser escuchadas; Se trata de una cuestión crucial para la región mediterránea, donde muchas mujeres suelen ser las más afectadas por los conflictos, las migraciones forzadas y las persistentes desigualdades.
El Papa Francisco ha denunciado constantemente las estructuras patriarcales que continúan limitando la plena participación de las mujeres, tanto en la sociedad como en la Iglesia. En el Mediterráneo, estos desafíos son particularmente pronunciados, pero también estamos viendo signos emergentes de esperanza, con mujeres convirtiéndose en agentes de cambio en sus comunidades.
Nuestro compromiso, en línea con la visión del Papa Francisco, debe ser el de apoyar a estas mujeres mediterráneas que, a pesar de los obstáculos, trabajan diariamente por la justicia, el diálogo interreligioso y la paz. Su coraje y resiliencia son testimonios vivos del Evangelio en acción.
Sigamos caminando juntos, hombres y mujeres, hacia una Iglesia y un territorio mediterráneo donde cada uno pueda aportar su aportación singular al bien común. Estoy con vosotros en esta misión, con mis oraciones y mi gratitud hacia todos aquellos que trajeron este encuentro a Malta y el proyecto MED 25 – Bel Espoir para contribuir a la construcción de la paz en el Mediterráneo.
Sor Nathalie Becquart, xmcj, Subsecretaria del Sínodo de los Obispos
Publicado el 5 de mayo de 2025